martes, 26 de mayo de 2020

Una vez más y para siempre


Setenta y dos días, y bastaron dos minutos para quebrarme.
Saber que te ibas y no saber si volverías
Me dejó el corazón en una profunda oscuridad.
Pude aguantarlo todo hasta hoy, menos aceptar que contigo se iba toda mi fortaleza.
Tantos miedos que nublaban lo que de verdad estaba pasando
El ansia de una normalidad que ya no existe para vendarme los ojos por no querer ver.
Hoy mi corazón ha quedado expuesto como en épocas pasadas.
Hecho tirones y sangrando a borbotones.
Estoy aquí sobre el castillo derrumbado, sobre cuerpos sin vida, respirando azufre y polvo.
He muerto en tus brazos deseando regresar a ti una vez más.
Por siempre.
Abrigarme en tu calor y refugiarme en tu risa.
No volver a salir de este refugio tan nuestro y tan ajeno de este mundo tan podrido.
Hacerme chiquita y no volver a saber de nada nunca más.
Solamente enredarme en tu cabello e ir contigo a donde vas.
Sola contigo no volveré a sentirme sola nunca más.
Cerrar los ojos y soltar todo para poder sentirme ligera y libre.
Porque todo importa nada.
Y en mi último suspiro solo quiero besarte una vez más y para siempre.


miércoles, 25 de diciembre de 2019

Navidad (o la fragilidad del ser y la estupidez del hombre)

Comencé a mirar con desprecio la navidad y todo lo que ella conlleva desde que perdí la inocencia de la niñez y la curiosidad de la adolescencia.
Cuando mi mente se acomodaba a pensar y repasar las cosas de manera más racional esta celebración pasó a ser solamente una campaña muy grande de mercadotecnia.
Y lo curioso es que eso no es lo que me molestaba, lo que realmente me enerva es la estupidez de las personas, de la gran mayoría, que prefiere comprar lo que le venden sin preguntar "por qué".

Navidad es ventas y sentimentalismo barato en exceso.
Todos dicen amar y regar ese amor sin medida, pero ojo que esa acción "desinteresada" tiene vencimiento y pasadas las 00:01 del 25 de diciembre todos regresan a ser esos seres despreciables que han sido el resto del año.
Porque lo que importa es que la medianoche te coja en familia, abrazados al tío que trata mal a su esposa, al abuelo que traicionó a tu abuela, a la sobrina que prefiere su imagen que su conocimiento o a la madre religiosa, pero hipócrita. Pero nada de eso importa porque Jesús está debajo de esa servilleta que dentro de unos minutos quitarán del nacimiento.

Los más pequeños hablan de los juguetes.
Los más grandes hablan de lo duro que es la vida y de ese integrante de la familia que ya no está.
Navidad es un cóctel extraño de felicidad y tristeza en proporciones iguales.

Yo, no celebro.
Estoy presente por las mujeres que ahora conforman mi familia, por ellas estoy allí.
Si otra fuera la historia estaría encerrada tratando de no morir de angustia y dolor por todos los seres que sufren durante esos 60 minutos en los que ustedes confunden desconsideración con celebración.
Si otra fuera mi historia, mis manos y ojos estarían inyectados de sangre por las vidas que terminaría... y con mucho placer.

Después de una noche un poco desagradable, descubrí que el origen del desequilibrio que se genera en mi interior radica en la furia que siento hacia los actos estúpidos de gente estúpida, y el impacto que tiene la fragilidad de una vida en muchas otras. El dolor, el desconcierto, la inestabilidad, la oscuridad, el encierro de emociones para no sentir.

El alivio y la calma vienen después.


domingo, 8 de abril de 2018

Tsunami de palabras

Han sido 3 años de mutismo.
La flojera ganó la batalla sin mucho esfuerzo.
No puse resistencia, simplemente miré hacia otro lado.

Ha pasado tanto y no ha pasado nada.

Me hago más vieja, pero no más rica.
No soy más rica, pero vivo feliz.

No camino a la misma velocidad que los demás.
No tengo lo mismo que tienen los demás.
No soy normal como los demás.

A veces por cobardía, a veces por rebeldía.

10 años pasaron sin aspavientos.
15 años sin hacer ruido.
Casi 32 años sin reconocimiento.

Pero aquí sigue, antes de marchitarse.


lunes, 16 de marzo de 2015

Más de lo mismo



*Alguien me retrato sin saberlo*

viernes, 26 de diciembre de 2014

Adiós Navidad


Después de muchos años no nos despedimos enemistados.
Es más, hay un poco de nostalgia en este adiós.
Siento que perdí la oportunidad.
Y tal vez duele tanto, que prefiero mirar a otro lado.
Hacerme la desentendida.

Pero definitivamente te espero con ansias el próximo año.
Quizás todo sea mejor.