jueves, 9 de enero de 2014

2014 (parte II)

A pesar del brusco final que tuvo el 2014 para mi, T. y yo decidimos mantener la tradición de la escapada de fin de año.

El 301 sería nuevamente nuestro refugio.

Y el año nuevo comenzaría de manera diferente.

(sin lágrimas y en la esquina de un semáforo esperando cruzar)

Entonces, como cada año nuevo, sentí esperanza y emoción.
Y muchas sorpresas (buenas) por venir.

(su patota y mi pata con patitas)

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